¿Por qué tenemos que actuar en el sector textil?
En la ropa y el mobiliario, los equipos médicos y de protección, edificios y vehículos, los productos textiles son la trama de la vida cotidiana. El consumo europeo de estos productos ocupa el cuarto lugar por su impacto en el medio ambiente y el cambio climático, por detrás de los alimentos, la vivienda y la movilidad. Es el tercer sector en cuanto al uso del agua y del suelo, y el quinto por el uso de materias primas primarias y emisiones de gases de efecto invernadero.
El europeo medio tira 11 kg de productos textiles al año. En todo el mundo, cada segundo se arroja al vertedero o se incinera un camión de productos textiles. La producción mundial de productos textiles casi se duplicó entre 2000 y 2015, y se espera que el consumo de ropa y calzado aumente un 63 % de aquí a 2030. Paralelamente a esta expansión incesante, siguen creciendo sus efectos negativos en los recursos, el agua, el consumo de energía y el clima. La necesidad de abordar la producción y el consumo de productos textiles es ahora más acuciante que nunca.
El sector textil emplea a más de 1,5 millones de personas en más de 160 000 empresas, con un volumen de negocios de 162 000 millones EUR en 2019. Compuesto esencialmente de pequeñas y medianas empresas, el ecosistema del textil necesita acompañamiento para impulsar su recuperación tras la Covid-19, reforzar su resiliencia y aumentar su atractivo para una mano de obra con talento y capacitación. Europa ha sido siempre, y debería seguir siendo, un foco de marcas innovadoras, creatividad, saber hacer y productos textiles de calidad.
¿Cuáles son las principales acciones incluidas en la Estrategia?
La Estrategia propone acciones para todo el ciclo de vida de los productos textiles, apoyando al mismo tiempo el ecosistema en la transición ecológica y digital. Aborda cómo se diseñan y utilizan los productos textiles y examina también soluciones tecnológicas sostenibles y modelos empresariales innovadores.
Algunas de las medidas son las siguientes:
- – Nuevos requisitos de diseño para los productos textiles en el marco del Reglamento sobre el diseño ecológico de productos sostenibles,que fijen unos mínimos obligatorios para la inclusión de fibras recicladas en los textiles, que los hagan más duraderos y fáciles de reparar y reciclar. En virtud del Reglamento propuesto, los productos textiles sostenibles serán la norma en la UE. La propuesta también prohibiría la destrucción de los productos no vendidos en determinadas condiciones, incluidos los productos textiles no vendidos o devueltos.
- – Información más clara sobre los productos textiles y un pasaporte digital de productos sobre la base de requisitos de información obligatorios en cuanto a la circularidad y otros aspectos medioambientales clave.
- – Controles estrictos del blanqueo ecológico, con normas más rigurosas para proteger a los consumidores y vínculos directos con la próxima iniciativa sobre alegaciones ecológicas.
- – Medidas para abordar la liberación no intencionada de microplásticos de los productos textiles. Además del diseño de los productos, las medidas se centrarán en los procesos de fabricación, el prelavado en las plantas de fabricación industrial, el etiquetado y la promoción de materiales innovadores.
- – Normas armonizadas de la UE sobre la responsabilidad ampliada del productor de productos textiles e incentivos económicos para que los productos sean más sostenibles («modulación ecológica de las tasas»), como parte de la revisión de la Directiva marco sobre residuos en 2023.
- – Apoyo a la investigación, la innovación y las inversiones y al desarrollo de las capacidades necesarias para la transición ecológica y digital.
- – Abordar los retos que supone poner fin a la exportación de residuos textiles.
- – Creación conjunta de una ruta de transición para el ecosistema textil a fin de establecer el camino a seguir y dar pasos concretos en pos de alcanzar los objetivos de 2030 fijados por la Estrategia sobre los productos textiles.