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El calzado y el mueble de la Región de Murcia aspiran a la puesta en marcha de las Indicaciones Geográficas europeas de productos no agrícolas para abrir mercados y desactivar las falsificaciones

El INFO fue el impulsor de estas Indicaciones Geográficas de Origen (IGs) europeas en la Región de Murcia, en colaboración con las asociaciones y centros tecnológicos de los sectores más significativos, ya en 2015. La UE ha reactivado en 2021 los procedimientos para crear una normativa europea que permita revalorizar los productos vinculados a zonas geográficas y diseñar un sistema de protección para los productores europeos.  

Recogemos la opinión de dos de los 3 sectores más representativos de la Región de Murcia, que fueron invitados a participar en el Dia mundial de la Protección Industrial, enfocado este año en este asunto de las IGs para garantizar los derechos de propiedad industrial e intelectual: AREMA, en representación del mueble de Yecla y CALZIA, en el del calzado de yute de Caravaca.

“La Indicación Geográfica fortalece a las empresas, protege a los consumidores y retiene el talento local”, destaca Pedro Arcas, vicepresidente de la Asociación regional de Empresarios del Mueble y la Madera (AREMA).

Estar de moda perpetua sería un oxímoron imposible si no eres una cuidada alpargata del noroeste murciano. Pocos productos siguen tan vigentes como el calzado de esparto con el paso de los siglos. “Los artesanos de la Región ya suministraban alpargatas a todo el Imperio Romano, de ahí el nombre de Cartago Spartaria”, afirma Salvador Gómez, gerente de la Asociación de la Industria del Calzado de Murcia (CALZIA). La trazabilidad histórica del calzado de fibras naturales no puede ser más longeva, lo que le aporta un plus al sector murciano que engloba a unas 80 empresas que trabajan el yute, el cáñamo y el esparto, principalmente en Caravaca, Cehegín y Alhama de Murcia. 

Es uno de los 322 productos enraizados en los 28 estados de la Unión Europea que aspiran a lograr la calificación de Indicación Geográfica de productos no agrícolas, que se basan en la sabiduría local y forman parte de la herencia cultural, económica y social.

Otra de las actividades aspirantes al distintivo de calidad vinculado con el territorio es el mueble de Yecla, que además aparece como uno de los 25 sectores de toda Europa seleccionados como ejemplo de las ventajas que proporcionaría la IG. “Sería una gran ayuda en la defensa de una marca europea frente a las falsificaciones y la piratería”, señala Pedro Arcas, vicepresidente de la Asociación regional de Empresarios del Mueble y la Madera (AREMA).

EL LEGADO CULTURAL DE LA MADERA

Tampoco le falta historia a la cultura de la madera en Yecla. “El auge del sector del mueble en Yecla coincide con la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, ya que los territorios privatizados se talan para crear industrias, y con el excedente de madera se empiezan a fabricar elementos que costaba transportar, ya que Yecla está aislada y mal comunicada”, explica el vicepresidente de Arema. Surgieron empresas productoras y artesanos de los distintos tratamientos de la madera, desde ebanistas y torneros a tapiceros o carpinteros. “El mueble da más de 7.000 puestos de trabajo en una población de 34.000 habitantes”, señala Arcas. Este clúster con más de 500 empresas -aunque solo las 150 de producto terminado aspirarían a la IG- aspira a fortalecer su competitividad con esta marca europea, que ya ha demostrado sus ventajas en la industria agroalimentaria.

“Protegeríamos un producto hecho con estándares de calidad y normas de igualdad, de protección de los trabajadores y de seguridad al usuario”, destaca Arcas. Cumplir con las exigencias de un sello de calidad conlleva la formación continua de los trabajadores que, según Arcas, “siempre deriva en una mejora laboral, de hecho en las zonas donde hay IG los sueldos son un 40% superiores al resto”.

Incentivos suficientes para retener el talento, que suele transmitirse de padres a hijos en materia artesana. “Va a dar esperanza a los jóvenes para que no busquen su futuro fuera, de modo que fijas la población y garantizas el relevo generacional”, afirma el representante del sector. No sería posible sin “el fortalecimiento económico de las empresas, que tendrían más fácil acceder a otros mercados en los que el consumidor está dispuesto a pagar un poco más por un producto de calidad”, afirma Arcas.  

LA PROTECCION DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL

Solo el ahorro en los costes de defensa del diseño y la marca supondría una ventaja considerable para las empresas del mueble y el calzado, que ya saben lo que es litigar en países extranjeros, como China, contra imitadores. “Te puede llevar a la ruina defender tu marca”, advierte Arcas, quien cree que “sería más fácil si no te presentas como una empresa de Yecla, sino como una marca europea”.

Y es que registrar los derechos de la propiedad industrial e intelectual no es tan sencillo. El servicio Peral del INFO asesora de manera gratuita a los empresarios para facilitarles el proceso, que requiere de una concienciación de los empresarios para ver las ventajas de este blindaje de marca. Un informe de la Comisión Europea destaca el cambio de mentalidad producido en la última década, cuando el número de patentes europeas concedidas aumentó de 58.000 a 137.000, aunque también llama la atención sobre el hecho de que solo el 9% de las pymes tienen los derechos de propiedad registrados.

El estudio identifica como desafío la creación de un sistema de registro menos fragmentado, complejo y costoso. Esto animaría a las pymes a aprovechar las oportunidades de la propiedad industrial e intelectual, entre las que Arcas señala “la protección del consumidor, que encuentra una garantía, sobre todo pensando en la venta ‘online’, lo que va a dar más fuerza a la marca”.

Además, el estudio europeo no pasa por alto que a la hora de buscar financiación para una empresa “la valoración de una patente o marca es crucial”. Pero sobre todo, preocupa “la falta de respeto por las reglas a escala mundial, donde las empresas de la UE a menudo salen perdiendo cuando operan en el extranjero”, por lo que anima a fijar normas a nivel mundial.

En cualquier caso, la IG será “la única solución para proteger a los consumidores y que vean claramente la diferencia”, según apunta el gerente de Calzia. Si el sello europeo de Indicación Geográfica protegida supondría un espaldarazo para cualquier sector, lo será especialmente para el calzado murciano. A pesar del gusto de los consumidores,  Gómez asegura que “tenemos problemas para registrar productos de moda”.

NO CUALQUIER CALZADO DE YUTE

Ya en el siglo XVI queda constancia de los ‘veedores’ del esparto, unos inspectores que velaban por el buen hacer de las manos encallecidas pero ágiles en el trenzado de la fibra silvestre. La larga tradición artesana es un baluarte para Calzia, que ve en la protección europea “un modo de darle visibilidad y defendernos en los mercados nacionales e internacionales, ya que el mundo de la moda está muy globalizado y el consumidor no distingue de lo fabricado en Asia o en España”. No es difícil hallar en los escaparates “modelos que se denominan de yute pero están fabricados con otros materiales”, indica el portavoz del sector.

El gerente de Calzia destaca dos efectos positivos que tendría la IG en el mapa murciano del calzado. “Sería un reconocimiento a una actividad que ha sido fuente de vida y, sin embargo, injustamente denostado a veces, pero en el que hay un orgullo de pertenencia”, afirma. La otra ventaja, más tangible, es que “el sector pueda retroalimentarse, que el relevo generacional sea más fluido, que surjan inquietudes empresariales y afloren vocaciones”.

Cuentan con un valor añadido del que el sector del mueble sin embargo adolece: un ciclo de Formación Profesional Dual, que no solo aporta una especialización al trabajador, sino que lo orienta a las prácticas en las empresas, donde en ocasiones encuentran su futuro profesional. Es el complemento ideal para la doble vida de la fabricación del calzado: por un lado la parte artesana, como aún se realiza el cosido de suelas y, por otro, el proceso de digitalización que aplican a las fases de diseño y corte.

“Afrontamos el futuro con optimismo”, sostiene Gómez en plena campaña de venta de los modelos para el verano de 2022. Atentos a la desescalada real de la pandemia, están dispuestos a afrontar el reto de la adaptación a la IG. “Tendremos que desarrollar nuestro propio reglamento una vez que la UE haya creado el marco normativo”, afirma.

PARA SABER MÁS…

VIDEOS DE CALZIA Y AREMA fueron seleccionados por la Comisión Europea para representar la iniciativa de los productores vinculados a determinadas zonas geográficas en el Día Mundial de la Propiedad Intelectual e Industrial el pasado 26 de abril. Noticia con acceso a  los videos. 

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