El fraude que más se repite es el denominado ‘European Distribution Fraud’. Consiste en la suplantación de identidad de un importador, mayorista o detallista legítimo para el robo de mercancías de proveedores europeos. Se trata de un problema muy extendido y que afecta a empresas no solo de España sino de toda Europa.
Está orientado principalmente a productos alimenticios, vinos y bienes de consumo que se comercializan en grandes superficies. Las firmas a las que suplantan los delincuentes pueden ser grandes cadenas de distribución como John Lewis, Asda, Sainsbury’s o Tesco, pero también pueden darse casos de suplantación de pequeños importadores o distribuidores.
Nota informativa: Alerta sobre fraudes en la distribución comercial en Reino Unido