El informe indica que el aumento de los precios de los combustibles fósiles (especialmente el petróleo crudo) produjo un incremento de las importaciones de energía de Europa en un 26% hasta los 266.000 millones de euros. Este incremento de precios ha podido tener un impacto negativo en el crecimiento de la UE (-4% PIB en 2017) y en la inflación (+0,6%) según estimaciones del informe.
En este sentido, subraya la importancia de descarbonizar el sistema energético europeo y destaca los beneficios de establecer los precios de las transacciones de los productos energéticos en euros en vez de en dólares para disminuir la incertidumbre derivada de la volatilidad del tipo de cambio.
En cuanto a España, el documento muestra una subida en el precio medio de la electricidad en los sectores de alto consumo energético en 2017 (88€/MWh) respecto a 2016 (84€/MWh) y también indica que nuestro país es uno de los países europeos con un mayor precio medio de gas natural (22,5€/MWh).