La startup Molo Urban Mobility lanzó en Valencia, el primer servicio por suscripción de motos eléctricas compartidas.
Un nuevo paradigma que apunta a revolucionar el uso de motos con cero emisiones, basado en la propiedad compartida, limitando el número de suscriptores con el objeto de que el usuario disponga en cualquier momento de un mayor número de vehículos para su uso, como si fuera “propio.
Es la primera implantación de este modelo a nivel europeo.
Inició su servicio con una flota de 150 motos eléctricas compartidas (equivalente a 125 cc, modelo SO2 de Silence), para ir aumentándola gradualmente en la ciudad del Turia hasta una previsión de 500 vehículos a finales de este año.
A medio plazo pretende ir expandiendo, poco a poco, su modelo a diversas ciudades de España.