Letra más grande, más información y más clara son las modificaciones que introduce el nuevo Reglamento 1169/2011 sobre etiquetado de los alimentos en vigor desde diciembre en los 28 estados de la UE.
Los ingredientes susceptibles de provocar alergias como la lactosa, el gluten, la soja o los frutos secos serán fácilmente identificables en los envases. También se deberá informar de los componentes que pueden causar alergias en la venta on line y en los que se sirven en restaurantes o cafeterías.
Aun se podrán encontrar en las tiendas productos con etiquetas antiguas porque el reglamento permite que se agoten las existencias de los alimentos etiquetados antes del 13 de diciembre del 2014.
Otras de las modificaciones en vigor afectan a las carnes frescas, que deberá tener detallado su origen; y –en su caso- dejar claro cuándo un producto es descongelado. Con respecto a aceites y grasas refinados deberán llevar especificado su origen.
Con la nueva normativa, la información obligatoria permitirá al consumidor no resultar engañado por la presentación o las apariencias. Si los principales ingredientes de un producto alimentario no son originarios del mismo lugar que el producto acabado, el etiquetado deberá indicar también el país de origen o el lugar de procedencia de los ingredientes principales. Así, según argumenta la autoridad comunitaria, no solo se protege a los consumidores sino que también se garantiza la competencia leal entre las empresas de productos alimentarios.
A partir de diciembre del 2016, esta normativa se ampliará con información sobre sus propiedades, con el objetivo de alcanzar una dieta más saludable. En el caso de los alimentos transformados, la información será más clara en referencia a aspectos como el valor energético, las grasas, los azúcares, las proteínas y la sal; y los datos sobre determinados nutrientes se incluirán en la parte delantera del envase, facilitando la comparación a la hora de la compra.
Más información: su Centro Empresa Europa SEIMED mas cercano en su región